Sherezade

 "Me he emborrachado con su mirada, y a que no lo he hecho con su vino; únicamente por esto se ha apartado el sueño de mis párpados. Me ha embriagado su cuello, no el vino; sus bellas cualidades me han emborrachado, no el licor. La curva de sus aladares ha encorvado mi firmeza; me ha robado el entendimiento aquello que encierran sus vestidos.

Nota: Cabe mencionar que este encuentro fue previo a la pandemia, no he contratado recientemente debido a la pandemia de hecho mi próximo relato será más introspectivo.

La mujer que lleva el título de este relato, se podría describir como inteligente, seductora, mujer con el conocimiento para contar historias fantásticas y maravillosas que cautivaban al sultán, cada noche una nueva historia, cada nueva historia más fantástica que la anterior. La mujer que me inspira a escribir estas líneas posee cualidades similares no solo posee una mente audaz tiene el don de convertir fantasías en realidad, de hacerte vivir historias fantásticas en cada encuentro y cada uno de ellos sea más fantástico que el anterior. Mujer mágica que desde la primera vez que cruzo por esa puerta me llevo aún mundo fantástico que solo su mente, boca y cuerpo poseen, podrían quedarle numerosos adjetivos pero ninguno que alcance a describir mínimamente su esencia, solo agradezco la magia que posee y haber disfrutado de ella.

Su imagen ronda constantemente por mi mente, es casi imposible no pensarla; un día como tantos me levante con al firme decisión de por fin conocer a alguna señorita de mi lista de pendientes, por lo que ingresé a Twitter para decantarme por alguna de ellas y con la selección hecha, su imagen cruzo y no pude más que escribirle, afortunadamente su respuesta fue un "sí". En un par de citas previas le había pedido que llevara un disfraz de "odalisca", que por alguna razón nunca había podido llevar esta vez confirmo que lo llevaría -wow-, por lo que concretamos hora y lugar; nuevamente mi lista tendría que esperar.

El momento esperado se acercaba, todo listo en la oficina para poder emprender la graciosa huida, siguiendo el protocolo una hora antes le confirme hora y lugar, me contesta que tiene un pequeño contratiempo que si podemos vernos un par de horas más tarde, no puedo negarme, no tengo esa capacidad, además ese par de horas me sirvieron para comer algo y adelantar algunos temas, con el tiempo a mi favor tome rumbo a mi lugar de mil batallas, procedí al ritual de acicalamiento, ya alistado pedí un carajillo -simplemente me encantan- y agua mineral con limón que ella me solicitó, con todo esto los minutos previos a su llegada se diluyeron rápido en el tiempo y de pronto el toc toc en mi puerta, la emoción me invade, al abrir la puerta frente a mí la viva imagen de una deidad,-su rostro es tan hermoso, su pelo enmarca su belleza y su sonrisa que ilumina todo el lugar-, pasa y nuestros labios se funden en un suave beso, su cuerpo es cubierto por una blusa negra, jeans y zapatillas todo a juego con el color de su pelo, deja su bolso en el buro y se recuesta en la cama, le comento que si gusta un poco de agua mineral, me contesta "prefiero que te recuestes a mi lado", así que obedezco y me recuesto en su regazo; quiero pensar que tenemos cierta complicidad, por lo que la plática se da con facilidad, poco minutos han transcurrido cuando nuevamente me besa esto nos da la pauta para empezar nuestro encuentro, cada beso va aumentando de intensidad, el sabor de su boca es sinigual, sus labios son exquisitos, mis manos acarician su rostro y disfrutan de su piel tersa; ella recorre con sus manos mi cuerpo, la excitación aumenta poco a poco, mi boca besa su cuello y su piel reacciona a mis caricias, mis manos acarician sus hombros recorren su piel al descubierto hasta llegar a la parte superior de su bra que deja lago de la piel de sus senos al descubierto con un leve movimiento bajo la blusa y dejo al descubierto su bra, con el camino trazado mi boca recorre su cuello hasta la parte superior de sus senos, su piel es una delicia, mi boca se topa con el sostén pero aún con esa poca piel al descubierto su boca emite unos gemidos que corresponden a mis caricias, aparta su esplendida figura y con la gracia de diosa que posee se desprende primero de su blusa, después desabrocha el cinturón y lentamente va bajando el jeans, queda parada frente a mí con un juego de lencería negro, que sumado al color de su piel hacen la imagen perfecta, quedo unos segundos como un pasmarote admirando su belleza, esa imagen vale el encuentro, procedo a hacer lo mismo para ambos quedar en ropa interior, nuevamente nos recostamos, con la mayor parte de su piel al descubierto aprovecho para recorrer cada centímetro con mis labios, cuando llego a sus senos la penúltima prenda es quitada por mi boca, con el campo libre mi boca y lengua no dudan en saborear su anatomía, sus gemidos aumentan al igual que mi libido, mis manos recorren sus piernas hasta su sexo, el calor que emana se siente aún por encima de su prenda, mis dedos acarician por encima de su ropa, cuando la humedad empapa su prenda procedo a retirarla, tomo unos segundos para admirar su desnudez, mis labios tienen un nuevo camino que recorrer, primero bajan por sus senos, recorren su abdomen, su hueso pélvico, sus muslos, su monte de venus y por ultimo abrevan de su sexo, que sin lugar a duda emana uno de los mejores sabores que he paladeado, mi lengua y mi boca se llena de su elixir, escuchar sus gemidos mientras disfruto de su sexo es glorioso, mis manos acarician sus nalgas, una de ellas prosigue el camino hacia su  *, lo acaricio y con cada nueva caricia abre poco a poco esa puerta del placer, su elixir empapa su sexo y recorre ese breve espacio para ayudarme con las caricias, las arqueadas de su cuerpo son excitantes, cada segundo ella se acerca más y más al éxtasis, mi misión es llevarla hasta el final y cuando lo logro mi libido esta por las nubes, ver su cuerpo retorcerse de placer es una delicia, instintivamente ella se incorpora y me recuesta, ahora mi miembro es acariciado por sus labios y lengua, ver su cara mientras lame cada rincón de mi falo hasta mis testículos es glorioso, trato de disfrutar lo máximo posible, pero no puedo dejarme llevar por el placer que provoca, todavía tengo mucho por disfrutar así que le pido me coloque el condón para poder hacerle el amor, ella me monta y su pelvis se mueve de manera sin igual, mis manos sujetan firmemente sus glúteos y a ratos cambian a sus senos, cada movimiento de su cuerpo me va a cercando al éxtasis, embriagado del placer que me provoca, la tomo por la cintura y la coloco boca arriba en el colchón, en esta posición primero ella sujeta firmemente mi cuello mientras la embisto y mis manos toman firmemente su pelo, la habitación se llena de nuestra esencia, el que se ponga un poco ruda aumenta mi libido- no soy muy bondage o masoquista- pero sentir sus uñas enterrarse en mi piel, nuestros labios mordisqueándose, mis manos jalando levemente su pelo todo mientras nuestros cuerpos se funden es maravilloso, inevitablemente todas estas sensaciones me llevan al éxtasis total y me dejo llevar, al terminar me recuesto unos instantes en su regazo, instantes valuados como oro molido en mi memoria; nos damos en leve espacio, me da una toallita húmeda para poder limpiarme, ella por el contrario se levanta de la cama, con su gracia y elegancia recorre el camino de la cama al baño, su desnudes, su sensualidad, su perfección me deja anonadado, escucho como abre la llave de la regadera y sin prender la luz se da una pequeña ducha, sale y escucho como abre su bolso, se escucha un tintineo, intuitivamente se que es el disfraz que le pedí, en mi mente solo puedo imaginar como se verá al salir, cuando sale enfundada en aquel disfraz, ninguna imagen que paso por mi cabeza se compara con la que tengo delante de mi, Sherezade.

Camina hacia mí con esa gracia que solo ella posee, con su belleza sublime, con su sensualidad, oda a la belleza que raya casi en la perfección, belleza segadora, nuevamente su boca se posa sobre la mía, mis manos nuevamente recorren su cuerpo, cada centímetro, cada curva, nuestras bocas se funden al igual que nuestros cuerpos, la tiendo sobre la cama y nuevamente recorro con mi boca su piel, quiero saborearla hasta saciarme, con cada movimiento de su cuerpo su ropa hace un pequeño tintineo, mis labios han saboreado cada centímetro de su piel, pero mi paladar quiere nuevamente abrevar de su elixir, así que solo muevo un poco la tanga del disfraz para dejar al descubierto su sexo, efectivamente es ambrosia lo que emana de su cuerpo, debo decir que a pesar de tener la intención de no querer quitar su disfraz este no debe ser tan cómodo así que ella me pide un momento para desprenderse del mismo y poder moverse con libertad, ya con su cuerpo sin ninguna prenda me recuesta en la cama y empieza a lamer mi falo y coloca su cuerpo encima del mío para poder disfrutar de su sexo mientras ella disfruta del mío-solo por un breve instante lamento no poder seguir viéndola con aquel disfraz-, mi lengua recorre su sexo, mis manos su trasero y en algunos momentos sus senos, debo decir que su lengua hace verdaderas maravillas, mis manos nuevamente juegan con su *, su cuerpo se retuerce de placer, cada espasmo de placer que siente es proporcional a la intensidad con la que lame mi falo, debo hacer un verdadero esfuerzo para no terminar y poder seguir disfrutándola, le pido nuevamente que me ponga el condón, ella solo estira su mano para tomarlo, cuando se incorpora para ponerlo pone toda su anatomía en mi rostro -glorioso-, ya con el condón parece tener la intención de hacerme terminar ya que arremete con más ganas sobre mi falo, apenas y logro exhalar unas palabras para pedirle que me dé un breve espacio para que pueda hacerle el amor, ella queda en cuatro, así que me bajo de la cama y me pongo a orillas de la misma, ella solo pone su cuerpo frente al mío, la tomo despacio por la cintura e introduzco lentamente mi falo, la calidez, el olor de su cuerpo y los sonidos de su boca, todo me tiene en trance, las primeras embestidas son suaves y pausadas, poco a poco van aumentando, mi mano toma a ratos sus hombros, después su cintura y por último su pelo, algunas leves nalgadas a petición suya- estoy embriagado del placer que provoca-, poco a poco ambos vamos encaminándonos al final, aumento la velocidad de mis embestidas, el sudor recorre nuestros cuerpos, nuestro aroma llena la habitación, cada segundo estoy más cerca, cada gemido de su boca, cada contracción de cuerpo, cada aliento me lleva hasta el clímax, unos segundos más la puedo disfrutar hasta que solo me resta tomarla por la cintura y quedarme encima de ella por unos segundos, sé que ambos lo hemos disfrutado, su esencia se impregna en mi piel aumentando mi adicción a ella, se aparta de mi para darse la vuelta y darme un beso, vaya momento que he vivido, se dirige a la ducha y le pregunto si puedo acompañarla, asiente y nos dirigimos a la misma, pero me quedo afuera para disfrutar el espectáculo divino que me ofrece, posteriormente me ducho, a cada momento estamos platicando poniéndonos lo más que se puede con nuestras actualidades, cuando salgo la veo frente a mí y disfruto de uno de mis momentos favoritos, ver como se arreglan, primero pone crema y loción a su cuerpo, después la lancería negra, seguido de sus jeans y su blusa, por último el maquillaje, cada acción sublime, cada segundo antes de irse lo vuelve magia, un beso de despedida y la promesa de volver a vernos, la acompaño a la puerta y la veo como otras veces perderse por aquel pasillo.

La próxima historia tiene la certeza que será mejor (Al día de hoy no se si habrá dicho encuentro, no se de ella, incluso mi vida a dado un giro importante, espero escribir pronto sobre ello).





  


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