“Me gusta ponerle rostro a las palabras”

Una frase inspiradora, de una mujer inspiradora.


@sofisayun

  
El tiempo que tengo en este mundo del sexo servicios ya no es poco, tampoco soy el más experimentado pero de algo estoy cierto, la experiencia que traen los años da la justa medida a las experiencias no importa como las describamos las coloca en el lugar adecuado de nuestra memoria; mis experiencias se vuelven más preciadas con el tiempo cada una toma la relevancia que le corresponde y el valor exacto, escribir satisface una parte de mí ya que le da cierto gusto a mi ego también sé que algún día la mayor parte de estos días serán un recuerdo lejano, al escribir trato de guardar esos pequeños instantes, esas palabras e imágenes de lo acontecido en este mundo.


La frase que da título a este relato me encanto, usualmente el contacto previo se da de manera virtual hasta el momento que cruzan la puerta dos “extraños” intercambiando caracteres no importa si uno ya vio imágenes, leyó sus comentarios en Twitter, si recibió un audio, siguen siendo caracteres en una pantalla, ideas en tu mente pero cuando cruzan la puerta -está ahí- esa idea se vuelve de carne y hueso; siempre me he preguntado que pasa por su mente en el momento cuando nosotros abrimos la puerta, que ideas inundaran su mente, que habían imaginado sobre esa persona que las espera del otro lado, dos “extraños” con ideas que se vuelven realidad o desaparecen cuando se cruzan las primeras miradas, los primeros besos, los primeros roces de piel, del goce de dos cuerpos y aun así es hasta el final que podemos concebir una mínima idea de quién es esa persona con quien hemos compartido un instante de nuestra existencia, instantes que duran para toda la vida o que se extinguen tan rápido como se vivieron.


Cada vez que abro una puerta es el inicio de una nueva experiencia la de este relato solo puedo recordarla como magnifica; ella ha atravesado el umbral de esa puerta en tres ocasiones en cada una de ellas hemos tenido grandes y deliciosas travesías, hasta ahora escribo sobre uno de esos gratos momentos; la primera vez que abrí la puerta apareció ante mí con un vestido gris, esa vez le pedí que me sorprendiera con la lencería y vaya que si me complació, la segunda vez apareció con una chamarra rosa, vestido azul con flores y debajo una lencería negra de infarto que previamente le solicite para esa ocasión, solo diré que era tan espectacular su figura en dicho conjunto que en el primer encuentro no quise deshacerme de nada y con la misma puesta le hice el amor, debo mencionar que me encantan sus piernas largas, hermosas y que desembocan en un redondo y delicioso trasero, la tercera y más reciente que cruzo la puerta volvió a cumplir una petición mía, un vestido gris con flores de espalda descubierta, el cual llega justo encima de su espalda baja y que venía acompañado con unas zapatillas rojas, la vista es maravillosa solo sé que cada vez que cruza la puerta todas las emociones previas al encuentro se calman, la calma antes de la tempestad, cada uno de mis sentidos están alerta para disfrutar de su compañía, cruzamos un par de sonrisas por el gusto de vernos nuevamente pero nuestros labios rápidamente se buscan, el sabor de sus labios es tan agradable, mis manos la sujetan por la cintura y con la yema de mis dedos rozó levemente su espalda descubierta, cada beso acerca más y más nuestros cuerpos, mis manos se deslizan suavemente por su cintura hasta llegar a su espalda baja y de ahí bajan lentamente hacia su trasero, la sensación con la ropa es excitante, mis manos sujetan firmemente su trasero, nuestras lenguas se disfrutan, pero necesito ver su belleza así que me retiro de sus labios para besar su cuello mientras mi mirada se pierde en el espejo donde puedo admirarla, veo como mis manos disfrutan de su trasero y lo hermosa que se ve con ese vestido, una de mis manos camina por su cuerpo hasta llegar a su pecho, acaricio su seno y noto que no trae nada debajo y a pesar del vestido siento como su pezón se eriza, mi boca lame lentamente su cuello, las sensaciones en su cuerpo aumentan, su cuerpo se eriza, su boca emite pequeños sonidos de placer los cuales son una insinuación a seguir disfrutándola por lo que mi boca saborea su cuello y baja hasta llegar a sus hombros para este momento mis manos acarician su pecho y siento como sus pezones están firmes por mis caricias, ella se aleja un breve momento solo para desprenderse de su vestido, verlo caer por su cuerpo es una majestuoso, deja al descubierto toda su parte superior, su sexo solo cubierto por un sexy calzón negro, sus piernas hermosas y largas que se ven rematadas por sus zapatillas rojas que envuelven sus pies, mi boca quiere seguir saboreando su piel, mi lengua lame cada rincón de su pecho, mis manos acarician su trasero y la tela de su ropa interior agudiza mis sentido del tacto, lo recorro lentamente con las llenas de mis dedos, su piel esta erizada, su boca emite gemidos de placer, una de mis manos se aproxima a su sexo y aunque este sigue cubierto por su ropa, la humedad del mismo se siente, mis dedos acarician su sexo y la humedad se acentúa, en algunos momentos aprovecho el espejo para poder ver de mejor manera su figura que llena mi vista, mis dedos siguen disfrutando de su sexo, pero he probado sus miles y mi paladar quiere disfrutar de ellas, la recuesto suavemente en la orilla de la cama, mis manos recorren sus largas piernas y al llegar a sus pies los despojo de las zapatillas, mi boca se posa en sus dedos y mis manos acarician sus piernas, mi boca sube por sus piernas, lamiendo cada centímetro de esas largas y hermosas piernas, hasta llegar a su entrepierna y con mis manos despojo su última prenda y su olor llena mis sentidos, mi boca lame su entre pierna y recorre hasta llegar a su monte de venus, su cuerpo se contrae, me lleno de su olor, mi lengua baja lentamente hasta su sexo, su sabor llena mi paladar, es una delicia, mi lengua saborea cada gota de su sexo, lamo cada centímetro de su hermoso sexo, mi gusto y olfato están extasiados, mis manos toman su cadera y mi lengua sigue disfrutando de su sabor, su elixir llena mi boca cada minuto que pasa su sabor me embriaga más y más, su cuerpo explota en un orgasmo y veo placenteramente como su elixir no solo ha llenado mi boca, sin que moja su sexo hasta llegar a la cama, que excitante es ver a una mujer gozar, se incorpora y continuamos besándonos, mis  manos recorren su cuerpo, nos levantamos de la cama y me despojo de mis ropas, la pongo frente al espejo para admirar su belleza, mi boca besa su cuello mientras mis manos acarician sus senos, mi miembro roza sus glúteos, una de mis manos quiere acariciar su hermosos trasero, así que recorre su anatomía hasta llegar a ese hermoso lugar, mi miembro roza sus nalgas, nuestra excitación aumenta, le susurró al oído que me ponga el condón, ella lo toma y lo coloca sutilmente en mí, ella parece leer mis pensamientos, con sutil gracia se coloca frente al espejo y se inclina hacia abajo invitándome a entrar en su sexo, tomo mi miembro y siento como su sexo me llena de calor y humedad, su sexo es exquisito nuestros cuerpos se adaptan a la perfección, puedo ver toda su espalda así como ver como entro y salgo de ella y el espejo me permite ver cada gesticulación de su rostro que con cada movimiento me deleita, mi sentidos están en su punto máximo su olor y humedad me llenan y no pudo más que dejarme llevar por todas esas sensaciones, el gran momento llega y cada fibra de mi cuerpo lo disfruta, por la sensación me aferro a sus glúteos mientras mi mente está en blanco, cuando consigo reaccionar, ella sutil mente sujeta el condón de mi miembro y a pesar del delicioso orgasmo sigue firme por el gran placer que desata en mí, se retira gira su cuerpo y seguimos con los besos, unos segundos después tomamos el respectivo tiempo para asearnos, nos recostamos en la cama y con nuestros cuerpos desnudos, comenzamos a platicar tenemos ya cierta confianza por los anteriores encuentros y porque ambos sabemos que nos conocimos por los cruces que tiene la vida, llegue a ella gracias a dos grandes personas joyas de mi memoria, debo decir que su compañía provoca cierta magia en mí, creo que somos almas similares por lo que todos los temas que tocamos fluyen y concuerdan en aspectos muy similares, ojala algún día pudiéramos coincidir fuera de este ambiente bien dicen que desear no cuesta nada, pro a pesar de la gran platica y los buenos concejos, ambos sabemos que el tiempo es cruel así que aprovechamos el tiempo restante, nuestras bocas nuevamente vuelven a saborearse, nuestras manos recorren cada centímetro de nuestra desnudes, mi boca desea probar nuevamente de su elixir, así que recorro ese glorioso camino de su boca a su sexo, cada centímetro de su anatomía es contundente y el destino final su elixir, cuando llego a él siento cada gota de su miel en mi boca, disfruto del mismo a cada segundo y a los pocos minutos vuelve a tener un orgasmo, ella se incorpora sé que es mi turno de disfrutar de su boca en mi miembro, el oral es delicioso tanto que me vuelve loco y mis instintos toman el control, con firmeza sujeto sus caderas y las atraigo hacia a mí, ella entiende que deseo así que pasa su cuerpo por encima del mío y mi boca se acopla a su sexo mientras ella hace lo propio con mi miembro, mis manos acarician cada parte de su anatomía, cada momento es delicioso nuestras pieles se llenan de sensaciones, nuestro olor llena la atmósfera, podría tener un orgasmo en esa posición pero quiero sentirme nuevamente dentro de ella, le pido que me ponga el condón el cual tengo en la mano, se lo paso y con su boca lo pone en mi miembro recorre sus caderas por mi cuerpo se gira hacia mí y veo como entro en ella, que agradable sensación, mis manos sujetan su cadera y sus movimientos son exquisitos, cada momento me lleva más cerca del clímax, pocas mujeres tienen ese movimiento, me incorporo para besarla, aprovecho para girarla y ponerla boca a arriba, ahí la penetro con más intensidad, ella levanta sus piernas y las coloca sobre mis hombros, su humedad llena mi pelvis, cada segundo que pasa me excita más, nuestras miradas siempre están en contacto, su cuerpo se eriza y arquea de placer, sujeta mis manos y momentos después tengo que cerrar por un instante mis ojos para dejarme llevar por el mar de sensaciones que ha provocado, disfrutar de un gran orgasmo, al abrir mis ojos nuestras miradas se vuelven a cruzar, me deslizo hasta ella para saborear sus labios, los besos se prolongan por minutos, nos separamos por un instante y nuestras sonrisas dicen todo, seguimos con la plática y decidimos tomar una ducha juntos, la plática continua creo ser más que un cliente, tal vez un amigo en potencia, le cuento un par de secretos mientras terminamos de alistarnos, decidimos salir juntos de la habitación tomados de la mano como verdaderos amantes, tomamos el elevador, ahí nuestros caminos se separan ella va al estacionamiento y yo a la calle, nos damos un beso de despedía y por el vidrio de la recepción veo como se cierra la puerta del elevador, mi sonrisa en el rostro no solo es por el gran encuentro sino por la complicidad que tenemos, salgo a la calle y tomo rumbo a lo conocido, un mar incesante que me espera.


Gracias por cruzarte en mi camino, siento de manera honesta una complicidad con tu ser.



Comentarios

Entradas más populares de este blog

Sherezade

Aurora

“Cruce de caminos”