Diosas y una manzana dorada
Me decante
por esta fruta.
@vanesaponcevip1
@ Mafe_rioo
Así como Eris arrojó sobre la mesa una manzana de oro con la inscripción –para
la dama más hermosa– y sembrar la discordia entre las tres diosas presentes
Atenea, Afrodita y Hera; para resolver este dilema París fue elegido como el
juez que dictaminaría a la ganadora. Cada una de las diosas pretendió convencer
al improvisado juez, Hera le ofreció todo el poder que pudiera desear; Atenea
le ofreció la sabiduría y Afrodita le ofreció el amor de la más bella mujer del
mundo.
París se
decantó por el ofrecimiento de Afrodita…
Un día recibí
una “manzana dorada” con la siguiente inscripción –recuerda que tenemos un
trío pendiente con la guapa @Mafe_rioo–, en ese momento tenía planeado un par
de encuentros con dos de mis más grandes pendientes pero al igual que en la
mitología, ese fruto sembró la discordia, tenía la opción de nuevas
experiencias o departir con dos de mis mejores vivencias, la decisión no
fue difícil, sabía que estar con aquellas diosas sería una experiencia para
atesorar.
Estas diosas
responden a los nombres de Vanesa y Mafer, ambas son equiparables con las
diosas de la mitología, ambas experiencias por separado han sido sublimes, la
primera me enseño el Olimpo, la segunda otra habitante de dicho lugar
me mostró el placer de estar con dos diosas, aquella otra diosa con
la que compartimos ese encuentro no está presente más en el
Olimpo, ella completaría sin lugar a dudas el trio que París tuvo frente
de sí pero a diferencia de este personaje no tuve que elegir a una por
encima de las otras, esa vivencia nunca estuvo contemplada, cuando sucedió se
volvió una joya atesorada, joya que pretendía con determinación que se quedara
como única e irrepetible; agradezco el fruto de la discordia.
Cuadre los
pormenores para que se diera tan magnífico encuentro, el día acordado llegó
relativamente rápido mis otras actividades me hicieron menos larga la espera,
ese día cambie un poco mi ritual, llegué temprano al hotel, hice algunos
estiramientos, posteriormente un baño para limpiar el sudor de mi cuerpo
seguido por el arreglo personal, ya listo tome uno de los tragos que solicite y
me dispuse a ver algo en la tele para hacer la espera más amena, el primer
trago se había terminado, observe el reloj era tiempo para enviar el mensaje de
que ya me encontraba en la habitación, tome el segundo trago, seguía
degustándolo cuando me contesta Vane que llegaran en unos 15 minutos, tiempo
suficiente para terminar el trago, lavarme los dientes y prepararme para
recibirlas, tendría en algunos minutos a dos diosas frente a mí ambas estarían
ahí para mí y yo para ellas.
La espera se
vio interrumpida por el ring ring del teléfono, contesto y del otro lado de la
línea una voz me dice “hay una señorita ¿puede pasar?”, claro contesto, cuelgo
y pienso “una señorita”, varias ideas cruzan por mi mente pero ninguna se concretó
ya que mis ideas fueron interrumpidas por el toc toc de la puerta, es tanta mi
emoción que ni siquiera me fijo por la mirilla de la puerta, abro la puerta y
me encuentro delante de mí a la diosa Mafer, vestida con jeans, zapatillas
color nude, blusa blanca, lentes que adornas su rostro y unos aretes que me
encantan, su rostro es de sorpresa, su dulce voz me dice “no sabía que eras
tú”, me da un beso en la boca, que me deja sin aliento, pasa a la habitación y
en la mesa junto a la cama pone sus cosas, nos sentamos a la orilla de la cama,
volvemos a besarnos y me vuelve a llevar al cielo, entre besos y platicas
transcurren unos pocos minutos, de pronto un déjà vu –ring ring, misma voz con
idéntica pregunta, misma respuesta, toc toc en la puerta, diosa frente a mí,
beso que me lleva al cielo– pero esta diosa tiene otro rostro y nombre, diosa
que cubre su cuerpo con un vestido negro de una sola manga y zapatillas negras
con dorado; para su servidor la mejor experiencia en este fascinante mundo,
pasa a la habitación y me dice “lo siento pero el outfit que me pediste no lo
encontré”, le respondo que no hay inconveniente –aunque realmente quería verla
con ese disfraz–, pero te tenemos una sorpresa, ambas nos coordinamos para
traer lencería negra para ti, esa oración cambio mi rostro, ambas me piden
tiempo para poder alistares Vane se retira al lavabo y Mafer solo me pide que
me gire para no ver la sorpresa antes de tiempo, mientras se alistan
platicamos, somos amantes conocidos, Mafer me dice “ya puedes girar” y la veo
envuelta en un body calado negro que cubre parte de su hermosa piel y solo deja
completamente al descubierto su sexo, recorro con la mirada cada parte de su
anatomía mientras camina hacia mí; aprovecha que Vane sigue alistándose e
inicia el encuentro, sus labios se unen a los míos y de verdad cada gota que
emana su cuerpo es ambrosia, sus manos recorren mi cuerpo y a pesar de estar
vestido erizan cada parte que tocan, me quita lentamente cada prenda que llevo
puesta, besa mi cuello y mi espalda y cuando solo le resta el pantalón aparece
ante nosotros Vane con un body similar pero el de ella es acompañado por un par
de medias, el color negro hace perfecto juego con su pelo, no necesita decirnos
nada su mirada lo ha dicho todo se acerca hacia nosotros y me besa mientras
Mafer sigue acariciándome, me susurra al oído que me desprenda de todo menos
del bóxer, mientras me despojo de mis prendas Mafer saca varios juguetes de su
bolsa entre ellos unas esposa, me pide las manos en la espalda, me las pone y
me susurra al oído “te vamos a comer”, me recuesto en la cama y ambas se
dirigen hacia mí, ver sus figuras recostarse es realmente disfrutar de la
gracia de dos diosas, me desprenden de mi última prenda y me hacen un oral a
dos bocas, mis manos sin poder moverse y la sensación de sus bocas en mi
miembro hacen que la excitación sea mayor además la vista de ver a esas dos
diosas lamiendo mi miembro, sus labios encontrarse, vaya momento; Mafer se
levanta de la cama y regresa con un juguete para ellas, un dildo doble, me
quita las esposa y me dice “te gustaría grabarnos”, se besan mientras preparan
el juguete ya listo lo introducen en sus sexos y grabo mientras se hacen el
amor, a pesar de ser una imagen sublime no puedo contener mis ganas por ser
partícipe de ese momento mi inactividad dura poco, mi boca busca los labios de
Mafer, sus labios son deliciosos, me dispongo a saborear su piel, mi boca lame
cada pequeño rincón de su piel descubierta, llego a sus pechos, su olor es
embriagante, lamo sus pezones y siento como se erizan, disfruto al sentir su
piel erizarse pero estoy ahí para ambas unos instantes después mi boca busca la
de Vane y hago el mismo recorrido por su piel, mientras disfruto de esa
sensación escucho a Mafer "creo que no se va a estar quieto, tengo un
tripie si mejor lo usamos" ,
me piden ir por el e instalarlo en la orilla de la mesa mientras ellas siguen
disfrutándose, cuando tengo su aprobación de mi encuadre se retiran el dildo y
me piden me acerque a la orilla de la cama Vane se dirige hacia mí en cuatro toma
mi miembro y realiza su maravilloso oral, su lengua y labios logran sensaciones
divinas realmente es una diosa, Mafer acaricia el cuerpo de Vane sus dedos
recorren su sexo y de pronto su boca saborea del elixir que emana esa
diosa, ver como la disfruta, los gemidos de placer de Vane ahogados por mi
miembro en su boca es tan excitante, disfruto de esto por unos instantes, hasta
que Mafer se desliza por debajo del cuerpo de Vane y une su boca a la de ella
haciéndome un oral de antología, mis manos aprovechan para recorren el cuerpo
de ambas, después de unos minutos me piden que me recueste, Mafer dirige su
boca a mi miembro, lo lame de arriba abajo, su lengua emite un calor sublime yo
disfruto de cada sensación, Vane posa su sexo sobre mi cara dejándome abrevar
del elixir que emana, su sabor es tan delicioso y es embriagante a penas y
puedo mover mis manos para acariciar su piel, mis sentidos están alterados por
el placer, siento como Mafer me pone el condón para montarse en mí, al
introducir su sexo en el mío siento su calor y humedad que envuelven mi
sexo, apenas pero puedo escuchar sus gemidos; sigo abrevando cada gota que
emana el dulce sexo de Vane cuando su orgasmo llena mi boca, ambrosía,
después de terminar se voltea para acariciar a Mafer, los movimientos de Mafer
son alucinantes siento como se eriza su piel, como se contrae su cuerpo cuando
estoy a punto de terminar sujeto fuertemente su cadera para aumentar mi ritmo
todas las sensaciones se acumulan y me llevan a un delicioso orgasmo, estoy retomando
el aliento cuando escucho a Vane “creo que terminaron juntos”, ambas se
incorporan y Mafer aprovecha mi cuerpo inerte para limpiarme, posteriormente
ella hace lo mismo, nos recostamos en la cama y comenzamos la plática,
escucharlas solo reitera las excelentes personas que son, Vane es y seguirá
siendo mi top one, esa mujer es de verdad alucinante y Mafer se lo dije
mientras esperábamos a Vane siento como si nuestras almas se conocieran, no hay
manzana de la discordia entre ellas, durante la plática ambas aprovecha para
acariciarse entre ellas o a su servidor pero de pronto veo como saca Vane un
lubricante y lo pone sobre mi sexo -wow- el calor que genera al frotarlo con
sus manos logra rápidamente su cometido, cuando ve la erección que ha logrado
inmediatamente se dirige hacia mí y empieza el oral, Mafer aprovecha el verme
tendido nuestras bocas se buscan, besos que provocan sensaciones,
sensaciones que me dicen que aquello es fácilmente un lugar en el Olimpo,
unos momentos después se recuesta un poco de lado y abre su sexo invitándome a
disfrutar de su néctar, no vacilo y me dirijo a beber de él mientras Vane sigue
alterando mis sentidos con su oral, mi lengua no se sacia de su sabor solo
siento su piel erizarse sus muslos apretarme fuertemente, sus músculos
contraerse hasta que llega el delicioso momento, le pide a Vane intercambian
posiciones, Vane se pone en cuatro en la orilla de la cama y Mafer se recuesta
frente a ella, Vane lame y toma de su elixir, mientras yo la penetro, Mafer
toma un vibrador que estaba en la cama y lo pasa por su clítoris mientras Vane
sigue con el oral, el rostro de Mafer dice cada una de las sensaciones que está
sintiendo, enamora cuando clava su mirada en la mía mientras penetro
fuertemente a Vane es como si me susurrara al oído –me encanta verte–, siento
la humedad de Vane recorrer mi pelvis, la sujeto de sus caderas y beso su
espalda, disfruto enormemente estar dentro de esa diosa pero ver a Mafer en esa
posición me obliga a pedir nuevamente de su elixir, deseo concedido, me acerco,
huelo, lamo, disfruto de su sexo, pero mi cuerpo no solo se pierde en estas
sensaciones ya que Vane lame cada rincón de mi miembro, solo escucho una voz
diciéndome que vuelva a recostarme, obedezco y me tiendo nuevamente ahora
Vane me ofrece su delicioso elixir pero ahora en un 69 con el que puedo
recorrer con mis manos sus nalgas y acariciar su *, aprovechando mi posición
vuelven a realizarme un oral a dos bocas, mi cerebro no es consciente de lo
sucedido, mis sentidos se llenan de las dos, su olor es embriagante, siento
unas manos poner un nuevo condón e inmediatamente después el calor de un sexo,
Mafer está montada en mí, en esta posición sus cuerpos quedan en armonía
perfecta para su disfrute personal mientras yo solo me pierdo en las sensaciones
que me provocan, siento el elixir de Vane nuevamente llenar mi gusto escurrir
por mis labios, Mafer cambia a vaquerita invertida mientras Vane gime del
placer, después de los orgasmos que ha logrado mi lengua Vane se pone de pie y
disfruta de vernos hacer el amor, se acerca a ella y se funden en tremendos
besos y caricias, yo sujeto nuevamente firmemente las caderas de Mafer, veo sus
besos subir de intensidad, su elixir recorre mi pelvis, siento su cuerpo
contraerse, y después de unos minutos yo también termino en un delicioso
orgasmo, Vane se acerca a mí me da unos besos mientras Mafer me limpia, mi
cuerpo está repleto de sensaciones por un breve instante guardo todo eso mi
memoria, Vane es la primera en disponer de la regadera para bañarse, mientras Mafer
y yo seguimos tendidos en la cama, por el espejo del baño veo como se arregla y
le comento a Mafer que de verdad disfruto tanto ese momento, ver a una mujer
arreglarse, ya totalmente arreglada regresa a nuestro lado y se despide de
ambos con un delicioso beso, supongo que tenía una cita posterior y prolongue
un poco el tiempo del placer, me incorporo y la acompaño a la puerta,
nuevamente me da un beso y me dice “me encanto verte de nuevo”, cierro la
puerta y mi felicidad no termina, regreso al lado de mi otra diosa y
continuamos con la plática, en realidad creo tener una empatía especial con
ella, se incorpora y procedemos a arreglarnos, compartimos la ducha, nos
vestimos y de verdad disfrutar nuevamente de ese ritual –una mujer
arreglándose es sublime para mí–, cuando se dispone a partir me dice "muy
bien con el rendimiento" vaya piropo para este simple mortal, la acompaño
a la puerta y abandona la habitación, ambas al salir parecen flotar, termino de
arreglarme y desciendo del Olimpo a esta simple pero dichosa terrenidad.
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