Encrucijada

Diferentes caras de la misma moneda.

Con el hilo cortado en mis manos y con cierta desilusión por no confirmar nuestro encuentro por parte de aquel nombre susurrado decidí recorrer otros senderos lejos de aquella voz.

Trato en la medida de lo posible que estas líneas no sean hedonistas, sé que cada encuentro es diferente he tenido múltiples experiencias, en su mayoría han dejado gratos recuerdos, las menos verdaderas decepciones, estos nuevos caminos me sorprendieron de varias formas.

La primera ninfa que cruzo mi camino por estos senderos fue @SoyAngieBoom, la experiencia fue realmente placentera, ninfa con una inteligencia y sensualidad que hacen del encuentro una experiencia digna de repetir, logra desvanecer el tiempo con su presencia, creo que una hora está lejos de ser suficiente para disfrutar de su esencia, tiene todas las cualidades para volverte adicto a su ser, el sabor de su piel, sus besos, su actitud, su belleza, todo en su conjunto la vuelven una verdadera ninfa, no me extiendo más en este grato recuerdo ya que espero volver a verla y poder plasmar de mejor manera toda su magnifica esencia.

Mis pasos se alejaban de la voz, en mi camino apareció otra ninfa que está actualmente retirada, esta experiencia tiene un grato recuerdo; hay un pequeño limbo en mi memoria donde se encuentran aquellos encuentros que me ayudan a discernir entre recorrer nuevamente algún sendero o no regresar a el, ese justo punto medio de la balanza, no tengo una palabra para definirlos, regulares no sería el termino adecuado, a la fecha no sé cómo definirlos.
Cuando aquella ninfa entró a la habitación después de un cordial beso en la boca me pidió cambiarse y salió con un disfraz de colegiala que no solicite pero me agrado su iniciativa, realmente la imagen delante de mí era muy agradable, procedimos rápidamente con los besos y nuestras manos recorriendo nuestros cuerpos, la imagen me agrado de tal manera que no quise desprender aquel disfraz y solo desprendí la tanga debajo de la falda y levante la parte superior del disfraz para saborear su anatomía, esta primera sesión fue muy agradable lo mejor fue tenerla arriba de mi con el disfraz puesto, realmente una imagen maravillosa; después de una breve platica retomamos nuestras pasiones y esta vez sí opte por desprender aquel disfraz y disfrutar su desnudes, el momento fue excelente, todo fluyo de manera natural, su olor, su sexo, sus besos, todo fue exquisito cuando el tiempo para compartir estaba expirando, procedió con su ritual de belleza, me quede admirándola a través de los cristales del baño y cuando salía hacia la cama para empezar a vestirse, mi mirada se posó en un tatuaje poco perceptible de pronto un déja vú, le pregunte como era anteriormente dicho tatuaje ya que en la platica me había comentado que se hizo un tratamiento para remover algunos tatuajes, me dio la descripción y le pregunte por otro par de tatuajes que recordé a lo que contestó "si los tuve pero fue hace algo de tiempo", en ese limbo estaba aquel recuerdo; me sorprendió notablemente saber que era la misma persona, en aquella ocasión no me la pase ni remotamente igual, su trato es ahora mil veces mejor, su belleza había acrecentado al quitarse esos tatuajes y aunque estaba lista para partir, se sentó a mi lado en la orilla de la cama para seguir platicando, recordamos como éramos en esos tiempos, nos contamos anécdotas que nos trajeron al presente, aquellas anécdotas solo se interrumpían por algunos besos, de pronto su teléfono sonó y nos saco de aquel momento, cuando vimos el reloj había transcurrido ya casi una hora, me dijo "gracias por el momento", todavía nos robamos unos segundos para seguir besándonos hasta que tuve que acompañarla a la puerta y nos despedimos con un hasta luego. Espero que sus metas las haya alcanzado y esa se la razón de su ausencia de este mundo del sexo servicio.
   
Después de aquellos dos gratos momentos y nuevamente recorriendo aquel sendero, alejarme de la voz susurrante parecía una decisión correcta, pero en toda cruzada hay experiencias más singulares. En mi mente había rondado la imagen de una ninfa que no suele estar siempre en estos senderos, al notar su presencia quise aprovechar su presencia, ella atendió a mi llamado, cuando abrí la puerta delante de mí estaba una mujer con una belleza singular, con un beso en la mejilla como presentación paso a la habitación, de inmediato se dirigió al lado de la cama, comenzó la platica y sin más se desprendió del vestido que cubría su anatomía, dejando su cuerpo casi al desnudo, solo una pequeña tanga impedía su total desnudes; aquel movimiento no pareció un impulso para darle un aire más pasional al encuentro, se sentía como un movimiento mecánico parte de una rutina bien ensañada, en lo personal prefiero ser yo el que desprenda poco a poco las prendas que cubren su anatomía e ir descubriendo cada centímetro de la piel de mi acompañante, con su semidesnudes tome la iniciativa, me acerque para disfrutar de sus labios, los primeros besos fueron bastante escuetos y no mejoraron en los segundos posteriores así que opte por no darle mucha importancia y dirigí mis labios a su cuello para disfrutar el sabor de su piel, mis labios recorrieron el camino de su cuello hasta sus prominentes senos, mi lengua saboreo y acaricio esta zona de su cuerpo mientras mis manos recorrían su piel hasta su sexo cubierto por aquel pedazo de tela, lo acaricie por encima de su tanga, cuando estaba disfrutando del momento y esperaba que ella quitara las ropas de mi cuerpo, se aparta abruptamente y aunque es para tenderse en la cama esta acción me deja ver los primeros esbozos del servicio, me recuesto a su lado y nuevamente busco su boca con idéntico resultado, nuevamente opto por ignorar lo escueto de los besos y me dirijo al camino anteriormente trazado, mis sentidos perciben sus reacciones pero se sienten algo mecánicas, el servicio en este punto es algo decepcionante pero opto por quitar todos estos elementos que no han sido de mi agrado y concentrarme en su placer, empiezo a recorrer un nuevo camino de sus senos a su sexo, en el camino otro elemento que se suma a mi suspicacia "perdón pero me dan cosquillas", por lo que omito esa parte de su anatomía y poso ahora mis labios en otra zona de su cuerpo con idéntica respuesta, esto disminuye mi libido, pero le doy el beneficio de la duda pensando que debe ser una persona muy cosquilluda, así que también evito esta zona, con pocas opciones por sus "cosquillas", opto por retirar su tanga y suavemente con mi lengua saboreo su sexo apenas estoy abrevando cuando escucho "soy muy sensible no me gusta que lo hagan duro", inmediatamente un pensamiento cruza mi mente -más suave no se puede-, en este punto mis expectativas están en el subsuelo junto a mi libido, con la mayor displicencia me quito la ropa y me recuesto a su lado, pensando que talvez en el acto las cosas sean mejores, le pido se ponga encima de mi para disfrutar la única parte de su anatomía donde no le dan cosquillas -sus senos-, la interacción es casi nula y aunque el movimiento de sus caderas es bueno todo en su conjunto me tiene poco interesado además para terminar de hundir mis expectativas visita todos los lugares comunes, creo que tiene una rutina demasiado ensañada, ya en este punto lo único que quiero es terminar y pedirle que se retire de la habitación, llego al final y le pido me permita asearme, lo que me permite pensar una forma cordial para pedirle que se retire, ya con las palabras en mi mente me recuesto en la cama y comienzo la plática sutilmente le comento que un servicio mecánico y con poca interacción no es de mi agrado, escucha atenta, no tengo la certeza del alcance de mis palabras, pero por primera vez en la cita ella es la que se acerca a besarme, no son besos muy apasionados  pero comparados con los primeros son mucho mejores, aún con esto no estoy convencido de terminar el tiempo a su lado, la idea de pedirle que se retire sigue presente, ahora ella me pregunta cuales son las cosas que me gustan dentro del servicio, le doy una pequeña lista de los puntos que considero primordiales, parece tomar en cuenta mis palabras, ahora los besos mejoran un poco; sin un plan B a la mano opto por darle el beneficio de la duda, empezamos nuevamente el escarceo, las cosquillas en su cuerpo no se han ido del todo pero la interacción es mejor, nuevamente me dispongo a disfrutar de su sexo así que con la mayor delicadeza posible recorro con mi lengua su sexo, escucho sus indicaciones cada una es acatada al pie de la letra, su cuerpo se retuerce, los sonidos y reacciones de su cuerpo han dejado de ser mecánicos y le dan lugar a un disfrute real, ahora la siento entregada al momento, cada roce de mi lengua la va llevando al clímax, cuando este llega todo rastro de aquella rutina ha sido desechada, ahora toma la iniciativa y la interacción es mucho mejor, intercambiamos varias posiciones la última en cuatro y el éxtasis nos alcanza, nos quedamos recostados un rato, la plática se da de manera cordial y a pesar que esta segunda interacción fue ampliamente superior, me quede con un sin sabor por esa primera interacción tan mecánica y donde desafortunadamente todos sus defectos se acervaron y los cuales no pude suprimir, por ejemplo unos de sus tatuajes me pareció realmente desfavorable, uno de sus ojos tiene un pequeño defecto, todo sumado me dejo un sin sabor, se empieza a vestir y la acompaño fuera de la habitación sabiendo que esa puerta no volverá hacer tocada.

Retome el camino y aquella voz susurrante era casi imperceptible y a pesar de esta última experiencia opte por seguir recorriendo estos senderos lejos de la voz susurrante, esta vez tenía en mente una belleza poco común en este mundo del sexo servicio una ninfa con rasgos asiáticos, un estereotipo de belleza que me fascina, para mi sorpresa rápidamente la encontré por estos senderos, cuando entra en los aposentos su belleza es superior que la mostrada en sus retratos, su outfit era increíble, pantalón de mezclillas, una blusa negra de los Looney Tunes, una chamarra negra de cuero que hace juego con sus botas Dr. Martin y con su pelo, pasa y me da un beso en la mejilla a pesar de que esta primera interacción no dice mucho esta vez era el anuncio del tipo de servicio que me deparaba, comienza con la plática y me hace una pregunta "¿qué te gusta?", usualmente no es un buen presagio casi todos aquellos servicios que recuerdo como poco favorables me han hecho esa misma pregunta, a lo que contesto la buena interacción y que ellas sean las que disfruten del encuentro; abre la ventana porque supuestamente tiene calor y le pregunto si no prefiere que encienda el aire acondicionado, no ha dejado de platicar creo que quiere llevar la misma a más del tiempo adecuado, me acerco y cuando estoy parado frente a ella se vuelve a retirar para sacar algo de su bolsa mientras me pide la oportunidad de "fumar", no tengo inconveniente no soy consumidor pero no me molesta, pensé que si eso le agradaba podría ser una experiencia diferente, prende su "cigarro" y lo deja a un lado en un tipo de cenicero se desprende de sus botas, chamarra y pantalón, dejando su anatomía con unas calcetas largas rojas, su blusa y una tanga negra, se recuesta en la cama y me pide que me quite la ropa y la acompañe, hasta aquí nada me ha agradado, pero bueno tal vez la interacción no es su fuerte o tal vez esa se su protocolo, me tiendo a su lado y de su bolsa saca un desinfectante, lo pone sobre mi miembro -agradezco la pulcritud-, me pone el condón y comienza con el oral, que no es nada sorprendente, trato de acariciar su cuerpo pero con cada intento ella se retira, no es mi estilo de servicio entiendo que para algunos es suficiente, no para mí, después de unos minutos con este tipo de interacción y de trato displicente sumado a los pocos o nulos besos en el preludio han llevado a mi mente lejos de ahí, mi libido esta por el suelo, de pronto tengo la imperiosa necesidad de quitarme de ahí, me levanto con cierto desaliento, toda su belleza y el trato es realmente decepcionante, voy unos segundo al baño, para evitar discrepancias me lavo antes de volverme a recostarme a su lado, -cuando escucho claramente aquella voz susurrante-, es hasta ese momento lo único emocionante de aquellos minutos, me recuesto y nuevamente pone el antiséptico y un nuevo condón, nuevamente empieza con el oral con idéntica interacción -nula-, a pesar de esta situación quiero disfrutar de su ser por lo que cuando estoy listo, ella desprende su tanga y se monta en mis piernas, pienso en lo maravilloso que será ver como quita la ropa que sigue cubriendo su cuerpo, desprende su blusa y deja ver sus senos envueltos por un bra a juego con su tanga, la emoción se empieza a apoderar de mí, estoy esperando con ansias ver desprender aquel bra para ver su cuerpo solo cubierto por aquellas calcetas rojas, toma mi miembro y de pronto se voltea para montarse en mí, esta acción me deja una sensación ambigua, no quiso dejar su cuerpo al desnudo y sumado a eso la posición que toma para hacerlo es dándome la espalda, dice bastante, pero bueno quiero disfrutar su piel así que trato de acariciar su cuerpo y con cada intento mis manos son retiradas por sus manos, esta actitud termina por romper el poco interés de mi parte, solo pienso que si no quiere estar hubiera optado por no presentarse, preferiría mil veces una cancelación que esta situación desastrosa, la falta de interés es rápidamente percibida por ella, intenta nuevamente con el oral, pero con la misma nefasta actitud, tendido en la cama solo pienso en terminar lo antes posible y saber porque la voz suena tan claramente, le pido que me de un espacio, me levanto y veo el motivo por el cual la voz suena tan fuertemente -hoy te puedo ver-, estoy en trance por aquel mensaje, su voz me saca de aquel trance diciéndome que si quiero pues yo mismo me gratifique, comentario que mi dice que aquello a sido un total fiasco, a pesar de todo aquello intento pasar el tiempo restante lo mejor posible y disfrutar su compañía así que nuevamente intento retomar el camino, pero los besos no han cambiado, le pido que se quite el bra para por lo menos apreciar su belleza, con cierta displicencia acepta, tendida en la cama me dispongo a saborear su sexo, a los pocos segundos de estar abrevando de su sexo me dice que quiere cambiar y hacérmelo a mí, cuando está empezando con su labor suena la alarma de su reloj, se retira y me dice que el tiempo se acabó, esto raya en lo absurdo, no puedo contenerme y le digo que el tiempo todavía no termina, a lo que me contesta que el servicio es por 45 minutos y el restante del tiempo es para que ella pueda arreglarse, evidentemente esto fue un total fiasco, pocas ganas de que se quede esos minutos restantes y tampoco voy a reclamarle no es mi estilo, aprovecho los minutos que se toma para vestirse para poder ver a aquel nombre susurrando, se termina de arreglar, por cortesía la acompaño a la puerta, no tuve tiempo de estar molesto, con cada paso de regreso a la cama la voz sonaba más y más fuerte, a pesar de haberme alejado de aquella voz por estos nuevos senderos parecía que por fin la salida estaba frente a mi.

Creo ver a un ser fantástico frente a mi, un fauno...





























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