Funámbulo
"La próxima historia tiene la certeza que será mejor"
La realidad es este instante, es la eternidad del momento presente, pasado y futuro.
Ese instante cuando la perdí de vista, cuando dio vuelta rumbo al elevador, vi perderse a aquella diosa, cerré la puerta con la premisa que cuando nos volviéramos a ver el encuentro sería mejor, la primera vez que escribí estas líneas parecía que nunca más la volvería a ver, mientras revisaba las mismas había una pequeña posibilidad, al terminarlas creo que eso no volverá a pasar; este relato ha estado en pausa por tanto tiempo que ha pasado de la esperanza de otro encuentro a la "certeza", de que no la volveré a ver, parece que esta vez su retiro es definitivo.
Salí del lugar de mil batallas y retome el camino a mi cotidianidad, los días transcurrieron y pequeños cambios se asomaron, cambios que parecían momentáneos y fugaces y de pronto la "realidad" sufrió un cambio de paradigma, con este cambio muchas de mis "certezas" se evaporaron, otras se modificaron y otras se quedaron en un loop; creo que todo aquello que rompe la rutina pone la balanza en algún extremo y bien dicen que ningún extremo es bueno; como buen funámbulo estoy en la búsqueda de encontrar ese balance en mi nueva cotidianidad al igual de crear mis nuevas "certezas".
La pandemia me obligó ha estar en constante adaptación, mi "Acto Circense"(vida personal) tuvo cambios profundos, proyectos a largo plazo se cristalizaron casi de inmediatos, mi vida de "Payaso" (Godínez), se vio mejorada pase de estar algunos días de home office a toda mi jornada laboral en casa, sin embargo dos de mis actos favoritos fueron los más afectados, la actividad física (Escapista) que práctico se quedo en el tintero, ya que al ser un deporte de contacto no pude retomarlo de manera constante, no poder entrenar durante toda esta pandemia me ha llevado a largos periodos de inactividad y también a tirarme un poco o mejor dicho bastante a la gula, el segundo acto (Trapecista) para el que me hago acompañar con alguna dama del exquisito mundo del Sexo Servicio fue totalmente pausado. El trapecio quedo lleno de polvo, acto obligado a estar en el tintero, totalmente olvidado, ya que tome la decisión de no actuarlo durante la pandemia, ya que hubo en mi entorno cercano historias algo complicadas por este virus.
Los meses transcurrían, los primeros en un encierro casi total, a pesar de que habían pasado mas de seis meses seguía con pocas salidas, después aunque el entorno parecía mejorar no había una razón que me impulsara a subir de nuevo a aquella plataforma. Cuando sin esperar algunas luces iluminaron el escenario haciendo factible volver a dar un salto desde aquel trapecio, una luz apunto hacia las escaleras; teníamos pendiente una consultoría en el trabajo que por todo lo sucedido se había postergado incluso pensé que está ya no se daría, dicha consultoría era en la frontera norte por lo que tendría la oportunidad de vacunarme (cuando aquí todavía no estaba disponible), además la empresa tomo todas las precauciones para nuestra tranquilidad, nos pagó las pruebas PCR para antes y después de terminar la consultoría, la misma fue en el mes de Agosto de 2020, así que con esto a mi favor subí por las escaleras para poder realizar nuevamente mi acto, solo restaba saber quién me acompañaría (alguna trapecista con quien ya he interactuado o una nueva ), mis primeras opciones estaban retiradas o ausentes, por lo que tome mi lista de pendientes y empecé a contactar a algunas señoritas; por la pandemia los servicios de casi todas las chicas que contacte sufrieron la misma modificación -sin besos en la boca-, por todo lo que estaba aconteciendo me pareció lo más sensato, de todos los intercambios de información uno me llamo la atención ya que todo el proceso fue por correo electrónico algo inusual pero no por eso menos emocionante, debo reconocer que su forma de dar la información y de sus respuestas inclino la balanza a su favor así que estaba decidido me haría acompañar por una nueva trapecista @Cherienoir2 me acompañaría en este acto después de tanto tiempo.
Acomode mi agenda para poder verla después de realizarme la prueba y ya con el resultado tener la certeza que de mi parte no tenia ese bicho, el día llego sin ningún contratiempo, la prueba negativa, el tiempo suficiente para disfrutar e irme con calma al aeropuerto después de aquel encuentro, llegue con bastante antelación al lugar de mil batallas, he aquí el primer punto que resto a esta experiencia en pandemia, en mi maletín que suelo llevar a los encuentros agregue guantes de plástico, desinfectante para superficies y para uso personal, al entrar a la habitación se leía en un pequeño letrero -habitación desinfectada-, la paranoia estaba más fuerte que hoy en día, por lo que desinfecte casi toda la habitación y terminada esta tarea procedí con mi ritual de limpieza, ya con todo el ritual terminado desinfecte mi ropa y opte por vestirme nuevamente al ver que todavía restaba algo de tiempo para su llegada, opte por matar el tiempo viendo la tele y mis redes sociales, hasta este punto la experiencia era "diferente", mucho menos excitante, me sentía extraño, jajajaja un poco como el Sr. Burns cuando construye la cumbancha volante (I said hope in), pero el ring ring del teléfono me saco de aquellos pensamientos, una voz conocida hace esa pregunta que tenía tanto sin oír -acaba de llegar una señorita ¿puede pasar?-, respondo afirmativamente, los segundos entre colgar el teléfono y escuchar el toc toc en la puerta no han perdido su encanto, al abrir la puerta dos soles iluminan mi mirada, vaya que la señorita tiene unos ojos hermosos y una mirada hechizante, pasa y no hay beso -estúpido bicho-, esto por las medidas pandémicas, se detiene casi en la entrada y me comenta que por este nuevo protocolo tiene que meterse directo a bañar, es el mínimo cambio esperado por los acontecimiento, me cuestiona para saber si gusto acompañarla pero le comento que acabo de hacer lo propio, ve la toalla mojada sobre la silla además que mi higiene es evidente por lo que solo me invita a verla bañarse; anonadado todavía por su mirada la mía disfruta de aquel espectáculo de ver desprender cada una de sus prendas y como se asoman cada vez más centímetros de su piel, cada rincón, cada centímetro de su piel se percibe tersa, cuando esta en ropa interior el espectáculo es mayúsculo su belleza se acentúa, cuando retira esas ultimas prendas su cuerpo solo es cubierto por los tatuajes que la adornan, el más sexy es la rosa que adorna su hermoso y redondo trasero, sus manos recorren su piel y ver el agua enjuagarla me hacen imaginar mi boca siendo esas gotas que recorren su ser, cuando cierra la llave me dice con una voz tierna -desnúdate y espérame en la cama-, se toma unos segundos para arreglarse los cuales aprovecho para quitarme mis prendas y quedarme solo en bóxer (por la paranoia dejo mi ropa doblada en un lugar previamente desinfectado), la espero en la cama, su andar hacia mi es tan sensual, se recuesta a mi lado, mis labios quieren sentir los suyos pero hay que acatar las nuevas condiciones, la tomo por la cintura y mis manos comprueban lo terso de su piel, mis labios emulan a las gotas que hace unos segundos acariciaban su piel, recorren su cuello, su pecho, su abdomen, su sexo, sus piernas; mis labios regresan a su cuello mientras mis manos recorren ese camino marcado por mi boca, su piel reacciona a mis caricias, el sabor de su piel es exquisita, manjar y experiencia que no había probado desde hace tanto tiempo, cuando llego a su sexo abrevo de su elixir, su olor llena mis sentidos. después de tanto tiempo sin probar tengo la fortuna de un delicioso manjar, cada movimiento de mi lengua hace reaccionar su cuerpo, cada arcanada del mismo me indica que la estoy llevando poco a poco al éxtasis, cuando sus muslos aprietan mi cara antes de terminar y sus manos sujetan mi cabeza es un momento alucinante, después de su orgasmo ella toma la iniciativa me pide hincarme sobre la cama, ella se pone en cuatro frente a mi y empieza a lamer mi falo, mis manos acarician primero su pelo recorren su cuello, espalda hasta llegar a sus glúteos uno de ellos enmarcado por esa hermosa rosa, introduzco uno de mis dedos por su sexo, el calor y la humedad de su sexo aumentan mi libido, después de unos minutos glorioso en esa posición le pido me ponga el condón, se retira unos segundos de mi falo, toma el condón que estaba cerca, lo abre y lo pone en su boca y lo coloca magistralmente, unas pequeñas lamidas a mi falo y gira su cuerpo dándome una vista memorable, de rodillas me acerco a ella, la penetro, ha pasado tanto tiempo sin estas emociones y sensaciones que rodean un encuentro, que casi se siente como aquella primera vez que contrate, la sensación de su cuerpo chocando contra el mío es delirante, cada movimiento es celestial, ver su espalda, pelo y glúteos moverse al ritmo de mis embestidas hace que el tiempo transcurrido se magnifique, podría terminar en ese momento pero intento alargar los más posible el momento por lo que le pido cambiar de posición, nos acomodamos en la orilla de la cama yo sentado y ella encima de mí, esta posición es bastante agradable ya que me permite sentir su pecho sobre el mío pero tiene un inconveniente nuestras caras están demasiado cerca y el no poder besarla la hace fastidiosa, por lo que opto por abrazarla por la cintura y recostarla sobre la cama, aunque el problema continua en menor medida, con todo esto regresamos a la posición inicial para después de unos minutos poder llegar al climax, ella se retira y me pide que nos bañemos; en la ducha pasamos un buen rato con la platica post sexo, nos secamos y regresamos a la cama, cuando estoy dispuesto a iniciar el segundo escarceo, mira su reloj y han pasado casi 50 minutos por lo que ve poco factible este segundo acto, me comenta que le encantaría un salto más en aquel trapecio pero que con el poco tiempo disponible no le gustaría dejar las cosas a la mitad y que lo quiere disfrutar al máximo, pero que si le puedo dar un extra por esos minutos extras sería lo mejor para ambas partes, en su información si aclaro que era una sola relación por hora, el extra no es oneroso pero le comento que tengo que viajar y aunque tenía tiempo de sobra, todas esas pequeñas cosas que cambiaron por la pandemia me hicieron declinar la oferta sobre todo la falta de besos, me dice que no hay tema que si gusto me puede dar un masaje pero le comento que prefiero que se recueste a mi lado y me encanto porque se recostó en mi regazo y aprovechamos los minutos restantes para platicar como dos viejos amigos, le comento sobre un lugar el cual puede ser de su interés y que me encantaría invitarla a conocerlo a lo que contesta que le encantaría, su platica fue muy amena e interesante, el poco tiempo que llevaba en el medio, sus planes a futuro, que esto lo veía como algo temporal para poder ahorrar algo y continuar con sus estudios y cumplir algunas otras metas, cuando la alarma de su celular nos interrumpe -la apaga- , se recuesta nuevamente y continua su platica por unos minutos más, me dice al oído que fue un gusto y que le encantaría si lo permite la pandemia aceptar mi invitación, se levanta y se alista para irse.
El verlas vestirse antes de partir es un gran momento y tenía tanto sin estar presente en uno que disfruto cada movimiento y veo como poco a poco su desnudez es cubierta, la acompaño a la puerta y veo su figura perderse al dar la vuelta al ascensor, regreso y nuevamente me baño y desinfecto mi ropa. El servicio fue bueno pero las medidas pandémicas si le restaron bastante, sumándole mi paranoia por tratar de que todo estuviera desinfectado si la hizo menos satisfactoria.
Al escribir el borrador de estas líneas pensaba en volver a verla, pero en su twitter puso que ese año se retiraba, además unos meses después de nuestro encuentro posteo en su cuenta que se había contagiado de COVID, afortunadamente salió bien pero al parecer esto acelero su retiro. Al finalizar estás líneas y hoy que por fin lo público su retiro fue definitivo, donde este le deseo lo mejor, agradezco al menos haberla conocido, creo que en otras circunstancias hubiera sido una experiencia sublime.
La consultoría salió bastante bien, pude ponerme la dosis única que después resulto no ser única, a los pocos días me volvieron a hacer la prueba y salió negativa, podría parecer que la "certeza" de la vacuna haría que el escenario permaneciera iluminado pero ya lo mencione, las medidas por la pandemia restaron mucho a la experiencia, además pagar por un servicio a medias no es mi fuerte, por lo que decidí retomar mi nueva cotidianeidad y dejar el acto en stand by hasta sentir una mejoría post pandemia, en esta espera me puse dos dosis más y el tiempo me ha hecho apartarme bastante de mi acto favorito, además tenia la firme convicción de no retomar este acto por un tiempo.
Un tiempo suena ambiguo pero la vida es curiosa y cuando parecía que mi acto de funámbulo volvía a estabilizarse en mi nueva cotidianidad, de la nada el juego de luces de mi circo resplandece al máximo e ilumina por completo todo el lugar, dejándome casi cegado, sin poder distinguir nada correctamente, solo creo ver una silueta...
Epílogo
Ha pasado tanto tiempo de que termine estas líneas a publicarlas que para mi fortuna la diosa que creí no ver nunca más ha regresado, las condiciones en el entorno han mejorado y he podido retomar ciertas actividades, en este lapso de tiempo muchas de las señoritas que me hubiera gustado conocer han tomado el sendero del retiro o solo ofrecen contenido virtual de este tema espero ahondar en otro relato.
Comentarios
Publicar un comentario